Wronsky miró a Anna como para hacerle comprender que al indicarle esta hora se habían tomado las debidas precauciones para evitar que nadie la encontrase.
Anna pareció no dar importancia alguna a este detalle.
-Siento mucho no estar libre entre seis y siete- dijo con una sonrisa imperceptible.
-La princesa lo sentirá infinito.
-Yo también.
-¿Irá usted probablmente a oír a la Patti?-le preguntó Tushkewitch.
-¿La Patti? Es una buena idea. Iría, sin duda su pudiese proporcionarme un palco.
-Yo puedo ofrecérselo a usted.
-Se lo agradeceré a usted infinito. ¿Quiere usted quedarse a comer con nosotros?